Caes, el viento silba entre tus cabellos, la tierra se precipita, todo cobra un sentido diferente, la velocidad te aturde, las lágrimas resbalan de tus ojos, te olvidas de todo.
Una vez impactes contra el suelo, y tus órganos se esparzan por la superficie y quede esa brillante y escarlata mancha de sangre, cuando eso pase, ya nada tendrá importancia...
sábado, 2 de junio de 2012
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