martes, 30 de marzo de 2010

Luna Llena

La calle estaba abarrotada de gente, era tarde e intentaba llegar como fuese al encuentro, aumente el paso serpenteaba entre la multitud. Pisotones, manotazos, empujones.
Al final logre llegar, ahí estaba él, apoyado en la pared, me acerque sonriente.

-Hola, perdona por el retraso, mi madre...
-No te preocupes. ¿Damos una vuelta?

Andamos despacio, sin prisa alguna, me iba contando cosas sin importancia para mí, aun así, le escuche atentamente, sonreía de vez en cuando y soltaba alguna risilla. Me condujo por calles algo estrechas, mal asfaltadas o en obras. Llegamos hasta un parque, hacia frió, ya que, había anochecido. Nos sentamos en un banco, se observaba la luna llena, redonda, blanca, perfecta... Después de un rato de conversación, silencio, él tiritaba.

-Buf tengo las manos heladas.
-No creo que tanto como yo.- Coloque mi mano en su mejilla.- A ver las tuyas.-Cogí sus manos entre las mías.- No las tienes tan frías.

Nos quedamos en silencio mirando nuestras manos, levantamos la vista y nuestros ojos se encontraron. Se soltó de mis manos y se acerco hacia mí lentamente, junto sus labios con los míos y nos fundimos en un beso lleno de ternura y pasión. Separamos nuestros labios a desgana, me quede mirando a la luna mientras me acariciaba el cuello.
Este, es el principio de nuestra historia de amor...