lunes, 11 de mayo de 2015

El pacto

-¿Algo más que añadir? - Dijo el diablillo con tono burlón.

Un diablillo enfundado en un traje negro, chascando los dedos a ritmo de jazz, reclinando su silla hacia atrás.

-Si, un poco de azúcar en el café. - Contestó la dama.

Una mujer joven, con una larga melena rizada y pelirroja, que llevaba puesto un vestido blanco largo e iba descalza.

Cruzaron sus miradas durante unos infinitos segundos de tensión, y todo se desvaneció.

Se despertó tirada en el lecho de espinas, dolorida, magullada y empapada en sudor; el chamán la observaba curiosamente mientras recogía la sangre negra que había desprendido en el proceso, acto seguido la echó en la marmita.

Un humo verde brotó de repente. Los envolvió.

Cientos de imágenes de catástrofes, un reinado de horror, caos y pánico acecha el mundo.
Una risa de victoria, llena de maldad, tronó.

-¿Qué has hecho? - Le increpó el chamán con tono nervioso.

La dama se levantó hábilmente y corrió desesperada hacia las profundidades del bosque.


Corrió hasta desfallecer...

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